Este Velo


Y este velo,
que gusta volverse piedra,
llegado el momento
no tendrá nada que hacer.
Sólo con respirar lo volveré arena y polvo.

Y mi aliento latirá.
Y seré marea.
Y viviré mi vida
como quien inhala segundos antes
de sumergirse en el mar profundo
en busca de peces luciérnaga.

De momento mi velo aprieta de cuando en cuando,
hora como piedra, hora como seda.
Ya se volverá llamarada de un instante y desaparecerá.
Así exhalaré.