Me Atreví a Estar



No me atreví a despertarla.
Sólo quería estar en su sueño.

Fotografía Zhang Jingna

La Ida de la Inquietud


Rompe el alba y rompes a dejar de dejar de escribir.
Robaste su sabor y no hay sabor.
Ahora tragas tu propio brazo
para tratar de agarrar de tu estómago
las palabras propias que colorean tu inquietud.

Nunca hubo vuelta a atrás.

El caos llama a las puertas,
es paciente e inquebrantable.
Irreductible y feroz.
No entiende de protocolos ni de grises.

Fotografía Dania Shihab

Sudor de Pa'fuera las Penas



Quiero una sombra fabricada en tul
que refleje tu rúbrica al viento
de tu complexión carnal y medusa.
Un aliciente en clave de golpes de subgraves en tímpanos y cardio,
francotiradores de globos que besan
los horizontes de la consciencia y procrean
medias lunas invertidas como ortodoncia.

Quiero por fin un sudor de pa'fuera las penas.

Condensadores a presión caótica
de mil cuerpos incandescentes
y fugaces como Cadillacs en celo.

Aullidos ahogados
por tormentas de pichs y canción precisa.
Baños afeitados de todo lujo
y billares con huellas circulares
como lobos que rastrean su presa.

Fotografía  Laura Williams

Se Calientan las Calderas



Se calientan las calderas
y pienso que ya no hay vuelta atrás.
El compromiso requiere unos altos mínimos,
no nos vale con medias tintas ni colmillos redondeados.
La compasión resta energía
y necesitamos velocidad hiperespacial,
- estamos hablando de otro universo que nos ha abierto sus puertas-.
Y no es un juego con el que se pueda jugar a la ligera ni tampoco pesada de ropa.
La carne se vuelve transparente
y el estímulo cristalino.
Las reservas de aliento se multiplican
como por arte de magia y milagro.

Fotografía Jan Saudek